Solo tú

Todo empezó con una sonrisa, una pequeña mirada, unas palabras bonitas, y no hizo falta más. Caí rendida a tus pies, caí rendida a ti. Quererte cada día es mi consuelo, solo tú me haces ver que sigo viva, que si me duele algo me curas, que no hechas sal a la herida. Tus fuerzas me las trasmites, de alguna manera haces que sea yo, ese pequeño yo que se encuentra dentro de mí, oculto, que quiere salir y que a la vez no puede hacerlo. Me haces ser princesa aún sabiendo que no tengo corona ni vestido. Me haces ser tu sol, para que irradie luz todos los días. Quiero ser tu guerrera para protegerte en el momento que más me necesites. Ser todo lo que tu quieres que yo sea. A veces faltan las palabras, me las quitas de los labios con tus pequeños y suaves besos, con la ternura de tus ojos, solo tú sabes como hacerlo con todo tu ser.

Nuestro amor, mujer contra mujer

Nada tienen de especial, dos mujeres que se dan la mano. El matiz viene después, cuando lo hacen por debajo del mantel, luego asolas, sin nada que temer. Tras las manos va el resto de la piel. 

Un amor por ocultar, aunque encuero no hay donde esconderlo, lo disfrazan de amistad, cuando salen a pasear por la ciudad. Una opina que aquello no está bien, la otra opina que que se le va a hacer, y lo que opinen los demás está de más, ¿quién detiene palomas al vuelo volando al ras del suelo? mujer contra mujer.